BREVE
HISTORIA DE LA COMUNICACIÓN
1)
Realiza una lectura comprensiva y resalta o subraya
los conceptos principales.
2)
Redacta un resumen que contenga todos los puntos
principales.
·
El primer sistema utilizado para transmitir
noticias fue la voz humana. Hombres de poderosos pulmones lanzaban a voz en
cuello la noticia, que era escuchada por otros y . . . lanzada de nuevo al
espacio.
La “telegrafía acústica” que se servía del sonido de tambores, con señales convencionales. Los antiguos galos, con este medio, conseguían en’ pocas horas transmitir una noticia a 240 kilómetros de distancia.
La “telegrafía acústica” que se servía del sonido de tambores, con señales convencionales. Los antiguos galos, con este medio, conseguían en’ pocas horas transmitir una noticia a 240 kilómetros de distancia.
Siempre en la antigüedad entre los persas, griegos, romanos y cartagineses, las noticias se transmitían por medio de “telegrafía óptica”. Se encendían antorchas en puntos elevados, y se las movía de modo que fueran formando letras del alfabeto.
Ya 3.000 añas antes de Cristo, en Egipto, las noticias se transmitían por medio de correos. 500 años antes de Cristo los persas organizaron una especie de servicio postal. En el Imperio Romano los correos llegaban a recorrer 320 Km. en 24 horas.
Hasta comienzos del siglo XVIII las noticias fueron
transmitidas siempre por medio de correos a caballo o de carros postales. En
China, hacia el año 1200, cambiando caballos cada 40 ó 50 kilómetros, se
llegaba a recorrer 400 Km. diarios. Y ésta fue, durante muchos siglos, la
velocidad media a la que viajaban las noticias por el mundo. Éstos fueron los
precursores de los “chasquis”.
El telégrafo
óptico:
Etimológicamente, telégrafo es un aparato para escribir a grandes distancias (en ocasiones, este artefacto es denominado también semáforo, del griego sema, signo o señal, y foro, llevar).
En esencia, un telégrafo óptico es un utensilio diseñado para ser visto a gran distancia configurando diversas señales por medio de un mecanismo operado por una o varias personas
Etimológicamente, telégrafo es un aparato para escribir a grandes distancias (en ocasiones, este artefacto es denominado también semáforo, del griego sema, signo o señal, y foro, llevar).
En esencia, un telégrafo óptico es un utensilio diseñado para ser visto a gran distancia configurando diversas señales por medio de un mecanismo operado por una o varias personas
Descripción básica: El telégrafo consiste en un aparato situado a distancia visual de otro
aparato similar
Funcionamiento de la red: El funcionamiento de la red comenzaba en la
estación desde la que se emitía el mensaje. Se colocaba el telégrafo en una
posición prefijada de alerta o de atención. Cuando la estación siguiente
avistaba esta señal, colocaba su telégrafo en posición listo o preparado y el
primer telégrafo sabía que podía comenzar a transmitir. Una vez que se
comenzaba a transmitir, cada símbolo debía estar unos 20 segundos como mínimo
en la posición para que la siguiente estación lo leyese correctamente y
colocase su telégrafo en la misma posición, lo cual indicaba a la estación
precedente que podía transmitir el siguiente símbolo del mensaje.
La vida en la torre: Las condiciones de trabajo eran especialmente duras. La dotación de
cada estación telegráfica se componía de tres o cuatro personas. Durante su
jornada laboral, los torreros debían mirar regularmente a las torres anterior y
posterior de la línea para comprobar si alguna de ellas se encontraba en
posición de atención. Los operadores desconocían la naturaleza del mensaje y
simplemente se limitaban a lo que veían en la torre anterior, para que fuese
copiado por la posterior.
A la En
España los mensajes se enviaban cifrados según un código existente en el libro
de códigos, que estaba en posesión del Comandante de Línea, que era el único
autorizado a la codificación y decodificación. En el mensaje se enviaba el
número de página del libro, y luego un código alfanumérico que hacía referencia
a una de las palabras que aparecían en dicha página. Esto hacía que la transmisión
fuese mucho más rápida, eficaz y segura que si se transmitiese letra a letra.
Problemas de operación: Uno de los mayores problemas que presentaba el
telégrafo óptico era que el símbolo o señal producidos era plano, por lo que
había de ser leído de frente. Un telégrafo visto desde un lateral no presentaba
información alguna, como puede imaginarse. Esto obligaba a que los trazados
fuesen casi rectilíneos y hacía que dar una curva fuese realmente complicado.
De todos los sistemas existentes en Europa, los ideados por Betancourt y por
Mathé fueron los que admitían mayor ángulo de visión (más de 45°), por lo que
ambos sistemas fueron muy elogiados en círculos científicos del continente.
Pero el que quizá era el mayor inconveniente de este sistema de comunicación era el derivado de las lógicas inconveniencias de su medio. De noche era poco fiable y aunque se hicieron experimentos fijando faroles a los telégrafos, lo cierto es que ninguno de los prototipos superó la prueba con resultados satisfactorios en ningún país de Europa. Por otro lado, con lluvia intensa, niebla, nieve o calima se hacían prácticamente invisibles las estaciones contiguas, por lo que la transmisión había de ser interrumpida.
Pero el que quizá era el mayor inconveniente de este sistema de comunicación era el derivado de las lógicas inconveniencias de su medio. De noche era poco fiable y aunque se hicieron experimentos fijando faroles a los telégrafos, lo cierto es que ninguno de los prototipos superó la prueba con resultados satisfactorios en ningún país de Europa. Por otro lado, con lluvia intensa, niebla, nieve o calima se hacían prácticamente invisibles las estaciones contiguas, por lo que la transmisión había de ser interrumpida.
Historia: Es
bien cierto que desde los inicios de la Historia, el ser humano se ha servido
de medios ópticos para transmitir mensajes a gran velocidad. Ya en "La
Orestíada", Esquilo narra cómo Agamenón envía noticias a los palacios del
Átrida mediante hogueras durante la Guerra de Troya. A finales del siglo XIV,
Pedro IV de Aragón usa un sistema de ahumadas para comunicar movimientos de
flotas o ejércitos enemigos a sus propias tropas, y Enrique III de Castilla
envía un mensaje desde Toro a Segovia para anunciar el nacimiento de su
heredero. Además, son de sobra conocidos los sistemas de señales de humo
utilizados por algunas tribus de amerindios. No obstante, estos sistemas de
comunicación visual no pueden considerarse técnicamente como telegrafía óptica
por no conformar un sistema unificado con unas reglas homogéneas y regularizadas.
Esto empezó a ser una realidad a finales del siglo XVII
Inicios: Ya en 1684 Robert Hooke presenta ante la
Royal Society un sistema de telegrafía que no tiene demasiada acogida.
Durante el siglo XVIII sobreviene una serie de avances sociales, políticos, científicos y tecnológicos que confluirán en las condiciones idóneas para el desarrollo de la telegrafía.
En concreto, la mejora de las ópticas permitió construir utensilios para mejorar la visión a grandes distancias, lo que permitía alargar los espacios entre cada estación telegráfica y la siguiente, lo que hacía más económico el tendido de las redes.
Durante el siglo XVIII sobreviene una serie de avances sociales, políticos, científicos y tecnológicos que confluirán en las condiciones idóneas para el desarrollo de la telegrafía.
En concreto, la mejora de las ópticas permitió construir utensilios para mejorar la visión a grandes distancias, lo que permitía alargar los espacios entre cada estación telegráfica y la siguiente, lo que hacía más económico el tendido de las redes.
Así, Francia
es el primero de los reinos europeos que se interesa seriamente por la
telegrafía. El clima de inestabilidad reinante a finales del siglo XVIII hace
que desde la corona se financie un sistema de comunicaciones rápido y eficaz
que permita mejorar el control del territorio y mantener el orden. En 1792, ya
en plena I República, se da luz verde al proyecto de construcción de Claude
Chappe y con la colaboración de su hermano Ignace Chappe para la primera red de
telegrafía.
En 1794 se transmite el primer telegrama de la Historia desde Lille a París, a lo largo de 230 kilómetros y 22 torres. El éxito de esta primera prueba es el espaldarazo definitivo a la telegrafía que en Francia llegará a tener en toda su red, una extensión de casi 5.000 kilómetros.
En 1794 se transmite el primer telegrama de la Historia desde Lille a París, a lo largo de 230 kilómetros y 22 torres. El éxito de esta primera prueba es el espaldarazo definitivo a la telegrafía que en Francia llegará a tener en toda su red, una extensión de casi 5.000 kilómetros.
España, el
Reino Unido y Alemania tampoco tardan en dotarse de este sistema de
comunicación. En Estados Unidos se comienza a principios del siglo XIX una red
de telegrafía en la costa Este, aunque no llegará a tener relevancia ya que
nunca llegará a abarcar una parte apreciable de su territorio.
Año 1832.
Esta fecha es de primera importancia en la historia de la transmisión de las
noticias. En dicho año, el estadounidense Morse, con su primer aparato
telegráfico eléctrico, telegrafió a una distancia de 16 kilómetros. En el año
1844 fue inaugurada la primera línea telegráfica del mundo, puesta en servicio
entre Washington y Baltimore, en los Estados Unidos.